La silicona de condensación, también conocida como silicona de estaño, se compone de dos secciones: la parte A, que generalmente es una base viscosa blanca o translúcida, y la parte B, un agente curante claro a ligeramente amarillento. Cuando estos dos componentes se mezclan en una proporción de peso de 100A:3B, se curan para formar un caucho de silicona elástico al exponerse a la humedad ambiental en el entorno a temperaturas ambiente (20-30°C/68-86℉). Después del curado, la silicona muestra una resistencia al desgarro relativamente buena, y su fragilidad depende del nivel de dureza elegido. Se puede verter sobre modelos o hacer que sea aplicable con brocha añadiendo un aditivo tixotrópico.
Composición: La parte A es una mezcla de poliorganosiloxanos, rellenos y aditivos. La parte B contiene principalmente un 70% de dilaurato de dibutilestaño y un 30% de dioctoato de dibutilestaño.
Principio de curado: La silicona de condensación emplea sales de estaño como catalizadores para iniciar la transición de estado líquido a sólido. Para que ocurra el curado, deben cumplirse dos condiciones: la humedad en el aire y la presencia de un catalizador. El tiempo de vulcanización se determina principalmente por la relación de catalizador y la temperatura. Una mayor cantidad de catalizador resulta en una vulcanización más rápida y tiempos de trabajo más cortos. En términos generales, temperaturas y humedades más altas conducen a tiempos de curado más rápidos. Para extender el tiempo de trabajo del material, se puede bajar la temperatura o reducir la cantidad de agente curante. Durante el curado, se producen subproductos como ácido acético, aminas o alcohol, lo que conduce a una ligera contracción en la silicona curada.